Fotografía realizada por Valencia News. |
A punto de cumplirse un año con un Gobierno en funciones, parece ser que el engranaje de la economía española no se ha oxidado aún. Sin embargo, son muchas las voces expertas que apuntan a cierta fatiga en algunos indicadores clave como es el caso del empleo.
En este post, intentaremos
abordar cuál es el impacto directo que tiene esta ausencia de Gobierno en las
cuestiones relacionadas con la contratación laboral. Concretamente, en
referencia a tres medidas adoptadas en estos últimos años y que están sufriendo
cierta dejadez o paralización.
1
Contratación
de formación y aprendizaje.
La nueva regulación de este
contrato se establece con la Ley 3/2012, de 6 de Julio y por el Real Decreto
1529/2012, estableciéndose un nuevo escenario para que la formación intrínseca
a este tipo de contrato condujera a la obtención del certificado de
profesionalidad o bien a la obtención de un título de FP relacionado con el
puesto de trabajo que se fuera a desempeñar.
Dado que la infraestructura
necesaria para impartir dicha formación,(centros acreditados, modalidad de
impartición, plataformas, competencias de las Comunidades Autónomas, etc….) no
estaba preparada, la propia Ley estableció en su Disposición Transitoria Octava
que en el caso de no existir Centros disponibles se impartiera la formación
objeto de la ocupación.
Los datos son significativos,
apreciándose en los mismos la aceptación del mencionado contrato:
Año
|
Número
de contratos
|
2012
|
60.584
|
2013
|
106.101
|
2014
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139.684
|
2015
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174.923
|
2016
|
26.888(*)
|
(*) Datos hasta 31 de Agosto
El día 31 de diciembre de 2015, finalizó el plazo establecido por la
Disposición Transitoria Octava y en esas fechas ya el Gobierno estaba en
funciones, por tanto no se aplica
ninguna nueva prórroga de dicha Disposición, lo cual va a conducir prácticamente
a la desaparición de esta modalidad de contratación.
En lo que va de año 2016 (datos
estadísticos hasta 31 de Agosto), solo se han formalizado 26.888 contratos de
formación y aprendizaje.
2
Contratación
de jóvenes inscritos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil:
El Plan de
Garantía Juvenil surgía, según el Gobierno, como la Estrategia de
Emprendimiento y Empleo Joven. Para ello, este sistema contempla 100 medidas
para “facilitar la inserción de los jóvenes en el mercado laboral, el fomento
del espíritu emprendedor, así como la mejora de la empleabilidad”. Entre las
más destacadas, hacemos referencia a las medidas incluidas en la Ley 18/2014 de
15 de Octubre, que establecía entre otras las siguientes bonificaciones:
a)
Bonificación de 300 €/ mes durante 6 meses para
incentivar la contratación indefinida de jóvenes inscritos en el Sistema
Nacional de Garantía Juvenil.
b)
Ampliación al 100 % la bonificación en los contratos de
prácticas, siempre y cuando se formalicen con personas inscritas en dicho
fichero.
La vigencia de
esta medida según dicha norma finalizaba el día 30 de Junio de 2016, por tanto desde dicha fecha no hay bonificaciones para este colectivo.
3 Contratación
indefinida bonificada.
La ley 25/2015,
de 28 de Julio, establecía en su artículo 8, una bonificación para incentivar
la contratación indefinida.
Al amparo de
dicha norma, los contratos indefinidos que se formalizaron al amparo de dicha
ley, han tenido una reducción del 100 % los primeros 500 € de la base de
cotización.
Son muchos los
contratos que se han suscrito al amparo de la Ley 25/2015 y de ahí el aumento
que se ha producido en el número de contratos indefinidos formalizados.
El día 31 de Agosto de 2016, finalizó
la vigencia de esta reducción, por tanto desde el día 1 de Septiembre de 2016 es más difícil, sin lugar a dudas, conseguir un contrato indefinido ya que
ha desaparecido un aliciente que sin duda tenían en cuenta las empresas a la
hora de concertar sus contratos.
Aunque el panorama permanece
estable con una estimación del ejercicio que probablemente culminará con un
incremento por encima del 3% de la actividad, el indicador de sentimiento
económico en España que elabora la Comisión Europea, se ha situado este año en
su nivel más bajo desde 2014 en todos los sectores exceptuando la confianza del
consumidor, que sí ha crecido ligeramente.
La situación, por tanto, debe ser
afrontada por los grupos políticos de manera consciente y responsable para
subsanar la cantidad de contratos de trabajo no generados en estos meses y
fomentar de nuevo el empleo como clave del progreso de este país.